Parkinson
Algo más que hablar de un temblor
Hacía dos días había cumplido los cincuenta cinco años. Me desperté y noté que mi mano temblaba otra vez. Era una sensación rara que había empezado hacía ya varios días. Era como si tuviesen vida propia. Traté de disimularlo, me sentía más angustiado que de costumbre, me imponía pensar que eran "los nervios".Estaba demasiado estresado y con unos días de vacaciones todo volvería a la normalidad. Salí a la calle, sentí que la cabeza me pesaba como plomo, me fui hacia adelante y perdí la estabilidad. Caí encima del muchacho que iba delante de mío.- Eh, viejo- largue la grapa, no le hace bien en ayunas- dijo sonriendo. Sonrisa que se convirtió en una carcajada cuando levanté mi mano para disculparme y el temblor se hizo entonces incontrolable. - ¿Qué? ¿Además tiene parkinson? - preguntó con desprecio. Sentí tanto odio. ¡Imposible negar la realidad cuando el cuerpo habla! Una parte mía lo sabía... No tenía sentido esperar más tiempo para confirmarlo y empezar su lucha. Estaba decidió a pelear por una vida plena.
¿Qué es el Parkinson?
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