Hace ya bastante tiempo, escribí sobre la Toma de Decisiones, y el modo en que las emociones influyen en la misma. En él, incluía, a modo de conclusión, una reflexión Vicente M. Simón, de la Universidad de Valencia, en un estudio de 1997, titulado "La participación emocional en la toma de decisiones":
-"Nos encontramos pues ante una nueva perspectiva; la de tener que considerar que las emociones, lejos de ser un obstáculo para la toma adecuada de decisiones, como se ha venido considerando en el marco del pensamiento racionalista, son un requisito imprescindible para la misma"-.
Y si bien ese punto es crucial para decidir, es necesario dar un paso más y reflexionar sobre lo difícil que nos resulta, aun conociendo nuestra emociones,
y el modo en que nos condicionan...
En "Ética para Amador" Saváter , de un modo muy provocador nos dice: "estamos condenados a elegir"- y para esa condena no hay indulto que valga...
Elegir es tal vez una de las cosas más difíciles que hay en la vida.
Pero estamos condenados a hacerlo, de la misma manera que los estamos a la libertad. En muchos de mis artículos, de una u otra manera menciono la libertad de elegir.
Cuando elegimos algo, implícita o explícitamente, descartamos el resto.
No existe la "no elección".
Cuando elegimos algo, implícita o explícitamente, descartamos el resto.
No existe la "no elección".
Algo hay que arriesgar para continuar en el juego de la vida, y algo hay que perder, si queremos ganar alguna partida.