Desde el recordado dólar paralelo, pasando por el riesgo país, los afectados por cólera, las víctimas por la inseguridad; hasta los recientes contagios por dengue y muertos por la gripe A.
Sin embargo, esa rara compulsión a angustiarnos por datos descontextualizados y sin parámetro alguno de referencia, parece ser funcional, a que sea tan sencillo mentirnos, aun diciéndonos parte de la verdad.
Sea por su falta o por su reiteración en exceso, las estadísticas nos vuelven indiferentes, preocupados por cuestiones superfluas, y alejados de algo tan sencillo e importante como es "evitar lo evitable".